No, de pequeño, como creo que ninguna persona de las que ejercemos esta profesión, no tenía el sueño, ni tan siquiera la aspiración, de convertirme en profesional de la consultoría política. De hecho, hasta que entré a la Universidad, no tenía muy claro a qué se dedicaba esta figura tan desconocida, como repudiada, por gran parte de la población.

Las siguientes líneas las escribo tras participar, por tercer año consecutivo, en el Foro de Empleo y Emprendimiento de la Universitat de València (gràcies Óscar Barberà per comptar de nou amb mí). Y, si os soy sincero, es de las charlas que más ilusión me hace participar, dado que soy consciente, ya que creo que la mayoría lo hemos sufrido en nuestras propias carnes, de no saber qué puñetas hacer con nuestra vida profesional cuando estamos en la etapa universitaria.

En estas jornadas siempre intento ser lo más explícito posible acerca de esta profesión, explicando tanto la formación, como la experiencia, que he ido adquiriendo durante los últimos años, así cómo cuáles son las rutinas de mi día a día, intentando, en algunas de ellas, ponerle un poco de glamour al asunto, porque seamos realistas, la labor del consultor político, no siempre luce tanto como parece.

Para empezar, decir que soy licenciado en Ciencias Políticas y Periodismo, con un postgrado en comercio internacional, y que mientras estudiaba todo esto, no obtuve prácticamente ningún conocimiento específico que aplico en mi día a día, pero sí que adquirí unos conocimientos generales que me son de gran ayuda en mi trayectoria profesional, y personal.

Según mi punto de vista, por desgracia, en las facultades valencianas donde se imparte Periodismo y/o CCPP, la comunicación política e institucional no tiene la presencia que, tanto por salidas profesionales como por competencias técnicas, realmente debería de tener. Pero espero, y deseo, que poco a poco las personas que están al frente de estas entidades apuesten por ello, ya que las dinámicas del sector son cada vez mejores y la profesionalización de este trabajo es cada vez mayor.

Es por este motivo, que cualquier persona que se quiera dedicar al mundo de la consultoría política debe de ser un autodidacta convencido, y un lector empedernido, ya que el conformismo y la pasividad, son de los peores enemigos que un profesional de este campo puede tener. Y en este aspecto no solo hemos de leer y aprender sobre comunicación, sociología, política, etc, si no que es importante que adquiramos conocimientos de todos los campos posibles, cuantos más, mejor, ya que todos ellos nos ayudarán a poder desarrollar mejor nuestro trabajo.

Como muchas de las personas que estáis leyendo este artículo ya sabéis, desempeño mi función de consultor político en la empresa que fundé y que dirijo, LaBase (www.estudiolabase.com), en los que ofrecemos nuestros servicios a instituciones, partidos políticos, organizaciones y empresas privadas. Actualmente en mi día a día, mi trabajo se divide en dos: las labores propias de consultoría estratégica y de comunicación a instituciones y partidos políticos, así como sus líderes, y las tareas directivas y organizativas internas de la propia empresa, tan necesarias como farragosas, en la mayoría de los casos.

Si habéis llegado hasta aquí, y seguís interesados e interesadas en adentrarse en el mundo de la consultoría política, solo me quedaría daros cuatro consejos que para mi son clave:

– Hacer prácticas y cuantas más, mejor. Y como muestra del convencimiento que tengo de la importancia de empezar la trayectoria profesional, en LaBase intentamos formar al mayor número de estudiantes posible, acercándoles la realidad de esta profesión e implicándoles en todos nuestros proyectos. Luego depende de la actitud de cada persona aprovechar más o menos este período. (Actualmente de nuestro equipo de trabajo, 3 personas han estado en la empresa como estudiantes en prácticas con anterioridad)

– En el día a día de un consultor político cuyo trabajo se centra en la comunicación política e institucional, es fundamental que intentemos adquirir el mayor grado de conocimiento, más práctico que teórico, de herramientas digitales y audiovisuales que nos ayuden a crear y gestionar contenido on-line para nuestros proyectos. Wordpress, Photoshop, Premiere, Canva, Creator studio, así como las redes sociales más usadas por instituciones y políticos, van a ser herramientas fundamentales en nuestro día a día y, cuanto más y mejor las utilicemos, más posibilidades de prosperar profesionalmente tendremos.

– Humildad, empatía y escucha activa. Un consultor tiene que ser humilde para estar aprendiendo constantemente y nunca pensar que es más (ni menos) que nadie, ser empático para poder entender las necesidades de las personas con las que trabaja, y saber escuchar, para poder procesar bien toda la información que recibe y así ser lo más eficaz y eficiente en su trabajo.

– Capacidad de adaptación y gestión. En la mayoría de los casos, al menos a lo largo de mi trayectoria profesional, la capacidad para poder gestionar diferentes tareas a la vez y poder adaptarse a varios proyectos es una de las habilidades más importantes en esta profesión, fundamentalmente cuando trabajas en una agencia y tienes la suerte de estar involucrado en varios proyectos.

En definitiva, y como he intentado dejar ver a lo largo de este texto, tengo la suerte de dedicarme a aquello que me apasiona, y aunque como todo en esta vida, hay días mejores y peores, tareas y proyectos más agradecidos y menos, pero si hay algo que nunca puede faltar, son las ganas y la ilusión de seguir creciendo y aprendiendo día a día.