Hablar del libro “Las campañas conectadas” es hablar de uno de los manuales, en el más estricto significado de la palabra, que todo profesional de la comunicación política debería tener en su mesa de trabajo para ir consultando diariamente, después de haberlo leído con papel y lápiz.
Hablar de Xavier Peytibi es hablar de un verdadero freak, en el sentido positivo de la misma (si es que existe algún otro sentido), de la comunicación política. Una persona que sigue e investiga sobre las estrategias y acciones comunicativas que se llevan a cabo en todos los países del mundo donde los aparatos de los partidos políticos ponen a funcionar sus máquinas para ganar las futuras elecciones.
Y esta pasión por su trabajo se ve reflejada en las páginas de este libro. Un escrito que destila y proyecta el amor por una profesión, algunas veces tan denostada, que para muchas de las personas que la ejercemos se convierte en una religión, que gracias a libros como este, por fortuna, cada vez tiene más feligreses y feligresas.
En este punto, he de reconocer que, probablemente, no sea del todo objetivo en esta reseña, pues Xavi es una persona a la que admiro tanto profesional como personalmente, además de tener el privilegio de poder compartir equipo con él en uno de sus proyectos; Beers&Politics, la plataforma de contenidos de comunicación política en habla hispana más importante del mundo.
Pero volviendo al meollo, que soy de fácil dispersión, “Las campañas conectadas” es un manual de las campañas electorales y la comunicación política del siglo XXI. Un libro donde Peytibi, a través de ejemplos e historias, va recorriendo las distintas áreas de trabajo que están presentes en una campaña electoral mientras refuta su tesis principal; la importancia de que todas las campañas electorales, sean de la magnitud que sean, estén conectadas en sus dos “mundos”: el offline y el online. Y es que en tiempos de hiperconectividad y plataformas digitales, aún hay personas que pierden el tiempo menospreciando el impacto que tienen los nuevos canales de comunicación en la ciudadanía, y como bien indica Peytibi en el libro, es un canal fundamental para cualquier candidato o candidata.
Porque las campañas electorales, como bien define el autor, son saludos en la calle y respuestas en redes sociales; son actos a pie de calle que se anuncian previamente en Facebook y posteriormente se publica un resumen en esa misma red social; en definitiva, es una misma estrategia de comunicación que se tiene que adaptar, y conectar, con el objetivo de que el candidato o candidata gane memorabilidad en el electorado, un concepto que debe estar tatuado en la piel de todas las personas que dirigen una campaña electoral.
Otro de los rasgos más característicos del libro también está muy ligado a la propia personalidad del autor: el compañerismo. Porque igual que no hay ningún equipo de fútbol que gane con un solo jugador, por mucho que ese jugador sea Maradona o Pelé, no hay ningún candidato o candidata que pueda ganar una campaña electoral por sí solo. Y esa importancia del buen trabajo en equipo, y ya no solo en el propio equipo directivo de la campaña, si no también en el equipo de activistas, es una parte fundamental del éxito para Peytibi. Porque la “conexión” de las acciones que se lleven a cabo durante la campaña de “grassroots” es imprescindible para alcanzar los objetivos de la misma.
Este compañerismo, que a su vez es un acto de generosidad para el lector, Peytibi lo demuestra recopilando enumerando múltiples citas de profesionales de la comunicación política y las campañas electorales (entre los que tengo el inmenso honor de aparecer). Demostrando así que compartir conocimientos y establecer vínculos profesionales entre los y las colegas de profesión, es una acción beneficiosa para todas las partes implicadas.
Para ir concluyendo, destacaría que el último gran punto fuerte de “Las campañas conectadas” es el tono didáctico del escrito, tal y como tiene que ser un manual que tenga la voluntad de ser práctico para el lector. Xavi Peytibi lo consigue gracias a un ritmo dinámico y sencillo, explicando a través de multitud de ejemplos que ayudan a visibilizar de una manera más fácil lo que el escritor está explicando en cada momento y trasladan al lector a situaciones y momentos de campañas electorales en las que se ha visto envuelto. Es una especie de viaje al pasado acompañado de la nostalgia de la batalla diaria y la envidia sana de las «grandes campañas electorales» donde te hubiese gustado participar de manera activa.
Si eres un profesional de la comunicación política, te gustaría llegar a serlo o, sencillamente, disfrutas aprendiendo e investigando sobre campañas electorales, no te puedes perder este libro. Y si tú no compartes ninguna de las características anteriormente mencionadas pero, simplemente, eres una persona a la que le gusta descubrir historias curiosas del mundo político, hazme caso, lee este libro, porque también lo vas a disfrutar.